Más que Suficiente
Decidimos llamar este 2020 el año del «MÁS QUE SUFICIENTE».
Desde el principio, el Padre mostró esta faceta abundante. Las Escrituras narran que en el sexto día de la creación «vio Dios todo cuanto había hecho, y era bueno en gran manera» (Génesis 1:31). Él no hace cosas buenas, Él siempre va más allá: Él hace cosas buenas en gran manera. Él hace cosas extraordinarias. Él es abundante, rebosante, desbordante; es más de lo que necesitamos, esperamos o imaginamos. Él es más que suficiente.
«Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de
lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros».
Efesios 3:20
Así fue como tiempo después este Dios se reveló Abram: «Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: “Yo soy EL-SHADDAI, ‘Dios todopoderoso’”» (Génesis 17:1).
La expresión SHADDAI significa ‘todopoderoso’, ‘todosuficiente’, o ‘más que suficiente’. Es curioso el momento en el que Dios se revela por primera vez con este nombre: Abram tenía 99 años, su cuerpo estaba deteriorado, era imposible que pudiera tener un hijo y su esposa ya había pasado por su temporada de fertilidad. Biológicamente no tenían lo que se requiere para engendrar. De hecho, cuenta la Biblia que cuando Dios se aparece a Abram se rio por dentro y dijo: «¿Cómo podría yo ser padre a la edad de cien años? —pensó—. ¿Y cómo podrá Sara tener un bebé a los noventa años?».
Justo en el momento en el que ellos no tenían lo que se necesitaba para poder concebir un hijo, cuando no había una forma lógica o natural en la que ellos pudieran tener una familia, Dios aparece con una declaración: «Yo soy más que suficiente, no importa si ustedes no tienen lo que se necesita, yo soy todopoderoso: más que suficiente para cumplir mi promesa».
Es la primera vez que Dios se presenta como SHADDAI, y con este nombre le hace una invitación a Abram y a todos los que hemos decidido caminar con Él: a vivir por encima de nuestras posibilidades. El nombre SHADDAI es una invitación a reemplazar lo ordinario, lo que podemos hacer, lo que está en nuestras fuerzas, por su extraordinario poder abundante e ilimitado.
Quizá hasta este momento algunas promesas de Dios no se han cumplido en el 2020. Tal vez sacas cuentas y piensas: «Si Dios no lo hizo antes, ya no hay tiempo», o también: «No tengo lo que se necesita para formar la familia que siempre soñé, estoy demasiado viejo, he cometido demasiados errores, no tengo lo que se necesita para tener el negocio o la empresa que soñé, no tengo el talento, no tengo la valentía, no tengo el carisma, no tengo las conexiones, no tengo una carrera». Quizás piensas: «Ya no tengo la salud que tenía antes, ya mis días están contados, no hay una manera natural en que pueda ver la abundancia de Dios, las cuentas no dan, la lógica no da». Sin embargo, el Señor se quiere revelar a ti como el SHADDAI, «El más que suficiente», el Todopoderoso.
La obra terminada de Jesús nos ha dado fertilidad abundante y este 2020 la vamos a experimentar.
Él te dice: »YO soy más que suficiente para llevarte justo donde quiero que estés».